Cuando el uso de la tecnología estereoscópica se está instalando con fuerza en Hollywood como una experiencia satisfactoria para el espectador, irrumpen en el horizonte las cuatro dimensiones.Y esa fiebre por experimentar en primera persona la acción de una película, de ser algo más que un simple espectador pasivo, ha llevado a algunas cadenas de cines a resucitar la llamada cuarta dimensión, que consiste en añadir a las 3D la estimulación sensorial más allá de la vista y el oído.
Así, gracias a unos dispositivos especiales, el espectador puede percibir olores sintéticos, sentir en la piel efectos climatológicos como viento, lluvia o niebla o creer que está presente en una explosión como consecuencia de efectos avanzados de luz y de sonido.
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